miércoles, 30 de marzo de 2016

143.03* JESÚS ZURITA. ARRAMBLE. GALERÍA BLANCA SOTO. Almadén, 13. Madrid



Podrían ser enormes láminas del test de Rorschach o el remedo del dibujo de De Koonig borrado por Robert Rauschenberg, pero en positivo. Podían ser claves cabalísticas, quizás relacionados con el taoísmo o signos apotropaicos de origen esotérico.


Pero no es así, los cuadros, sobre grandes láminas de papel blanco y dibujados en tinta de distintos colores con predominio del negro, surgen como una explosión violenta, como un maremoto incontenible, que deja sobre el terreno el arramble de tierra, guijarros y otros desechos.

No son metáforas, son la consecuencia, según se proclama, de aquello que sucedió, porque tenía que suceder. Algo por tanto fatídico, que emana del pathos del artista, en una fase de reorganización de unas coordenadas heurísticas en estado de máxima entropía, que requieren ser arrumbadas para que de esta Ave Fénix, surja el futuro, hijo de la esperanza.

Son por tanto, o simplemente quizás, elementos de una dialéctica, que está a la búsqueda de una síntesis, que de momento podemos vislumbrar observando los elementos estructurales y formales con atención; mirando y escudriñando los rincones, las esquinas, los colores y las manchas. Las luces y las sombras. Lo oscuro y lo menos oscuro. Descubriendo, quizás, un mundo en recomposición.

En estos dibujos no hay angustia, simplemente el reconocimiento de un hecho inevitable. Hay misterio y cierta épica.

Jesús Zurita, (Ceuta, 1974), es licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Granada y su obra forma parte de importantes colecciones. Es un sensacional dibujante, que dibuja y pinta a pincel, sobre papel y con tintas. Su desbordante imaginación creativa se plasma en  alucinantes imágenes surrealistas.


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