lunes, 20 de noviembre de 2017

167.06* SOLEDAD FERNÁNDEZ . HOMENAJE A VAN DER WEYDEN . ATENEO DE MADRID. Prado, 21. Madrid.





Dice de si misma, esta sólida artista y veraz pintora, cual es Soledad Fernández, (Madrid, 1949), que “su herencia es la tradición de un determinado realismo que proviene de Velázquez y del Siglo de Oro” y que su tema principal es el cuerpo humano, - especialmente el cuerpo femenino, puntualizamos-, mediante “una aproximación realista y naturista del mismo, aunque impregnada de un fuerte simbolismo heredado del Romanticismo”.


Declaración rotunda de un espíritu que la enlaza directamente con aquellos simbolistas del diecinueve, a su vez herederos directos de los últimos románticos y de los prerrafaelistas que con ellos convivieron. Movimiento simbolista que no dejó de ser más que la expresión de unas inquietudes de tipo espiritual, que no perseguía tanto la descripción naturalista de lo  visible, como de pintar la idea que bajo la realidad subyace.

Tal y como dijo Maurice Maeterlink el ideario e imaginario simbolista tan solo pretendía “mantener abiertas las grandes vías que llevan de lo que se ve a lo que no se ve” y así dar entrada al imperio del alma y de la metafísica sobre la materia y lo material.

Todo ello acola perfectamente con el ideario y la praxis de la pintora Soledad Fernández, que declara su voluntad de expresar lo que siente delante de la realidad mostrada, quedando su pintura penetrada y atravesada por un misticismo laico, -si se nos permite el oxímoron-, que otorga a sus figuras un mistérico y envolvente halo de belleza y poesía.

Y es que, como dijo el pintor romántico, Caspar David Friedrich, “el artista no solo tiene que pintar lo que ve delante de si, sino también lo que ve dentro de si, Si no ve dentro de si nada, debe dejar también de pintar lo que ve delante de si”, Soledad, con una pintura “realista y naturista” de pincelada veneciana, haciendo suyo este lema, expresa en cada cuadro un sentimiento, una idea, un pensamiento, que se materializa en un mundo compositivo intemporal, pleno de significantes simbólicos.

“Nada es menos real que el realismo. Los detalles son desconcertantes, sólo por medio de la elección, la omisión y la acentuación avanzaremos hacia el verdadero significado de las cosas” afirmó Georgia O’Keeffe y Soledad Fernández lo confirma en cada una de sus obras, en las que el realismo de sus imágenes queda trascendido por aquello que sus figuras interpretan, en un juego dominado por  su carácter anfibológico.

Son sus cuadros universos arquetípicos de situaciones que atañen al ser humano en su globalidad, para cuya interpretación no se requiere de una hermenéutica complicada, ya que apelan directamente al sentimiento del observador, que tan solo tiene que abrir su alma al mensaje que le llega directo y prístino, como melopeya de un poema virgiliano.

Significados que consigue trasmitir mediante una cuidada y estudiada estructura formal del cuadro, en donde los fondos juegan una función definitiva en la construcción del símbolo, una limpia y metódica ejecución de una técnica muy depurada, apoyada en un dibujo sólido y un uso magistral de los pigmentos.

Cuando Soledad habla de su obra maestra, “Homenaje”, trasunto y paráfrasis traída a nuestro tiempo de “El descendimiento de la cruz” de Roger van der Weiden, -obra que desde siempre la sedujo hasta casi la fascinación, tanto como simple contempladora de pintura, que como artista pintora, interesada en la técnica de los grandes maestros innovadores-, pone al descubierto todo su ánimo simbolista: De esta forma el Cristo-víctima en la obra de Van der Weiden, se ha venido a transmutar en uno de esos muchos jóvenes, víctima igualmente de otra tragedia personal, símbolo de la existencia del dolor, drama permanente de la condición humana, como ella misma explica.

El conjunto de dibujos a grafito y bocetos al óleo, que Soledad ha concebido y realizado para incorporar al cuadro son exponentes de la enorme capacidad, talento y solercia que esta artista posee y que ejecuta con una técnica muy cuidada y depurada, buscando la perfección holística de sus cuadros.







BENITO DE DIEGO GONZALEZ
Miembro de la Asociación Española
y de la Madrileña de Críticos de Arte
www.domusdidaci.blogspot.com.es
19/07/2016


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